Panteón de Don Secundino López en el cementerio de León
Quién no ha estado en el cementerio de León y le ha llamado poderosamente la atención un majestuoso panteón en el que predominan los mármoles blancos y lo corona un ángel de bronce. Este panteón destaca notablemente sobre todos los demás y encandila por su enorme belleza. Pues además de destacar por su belleza destaca también por su historia.
El 22 de Julio de 1900 el semanario “La Ilustración Española y Americana” publicaba una fotografía del panteón que D. Secundino Gómez, casado con Dña. María Álvarez Carballo, encargó al afamado arquitecto Fernando Arbós para depositar en él los restos de su hijo Pedro, hijo único del matrimonio, que murió el 2 de Octubre de 1896, con tan solo 20 años.
“Con objeto de perpetuar la memoria de un hijo único, encantado y orgullo de una de las personalidades más importantes de León, se ha levantado en el cementerio de dicha ciudad un magnífico panteón…, …La suntuosa obra ha sido proyectada y dirigida por el notable arquitecto Sr. Arbós, quien, teniendo en cuenta la índole especial del monumento, ha combinado con gran maestría mármoles nacionales, blancos y de color, con bronces procedentes de la Fábrica de San Juan de Alcaráz, mosaicos al uso de Venecia y azulejos sevillanos, ofreciendo todo un conjunto severo e imponente.”
Se trata así, al igual que ocurre con la construcción del Taj Mahal, de un homenaje al amor. En este caso del amor que unos padres tenían por un hijo perdido. Ciertamente en la lápida de Pedro Gómez y Álvarez Carballo se puede leer la leyenda: "Sus padres le dedican este triste recuerdo".
Como dato significativo cabe citar que la ubicación inicial de este panteón sería el antiguo Cementerio Municipal de la ciudad situado en la carretera de Asturias. Y que al crearse el nuevo Cementerio sería desmontado y trasladado pieza a pieza hasta su actual ubicación.
En su interior, aparte de los restos de Pedro Gómez y Álvarez Carballo, reposan también los restos de sus padres Secundino Gómez y María Álvarez Carballo, y de su tío Octavio Álvarez Carballo.
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